viernes, 25 de septiembre de 2009

Bueno y malo

El sinuoso camino transitado por Hansel y Gretel, nunca había tenido restos de pan. Es más, no habían ido dejando los hermanitos nada por el camino. Felices habían llegado hasta la deliciosa mansión, la bruja los había recibido de brazo abierto en su casa de chocolate y los había dejado comer cuanta golosina desearon. Los acompañó en el viaje de vuelta a su casa entregándolos a sus padres, que felices agradecieron a la anciana bondadosa, haberles devuelto a sus queridos hijos.
Cuando se despertó el niño, el libro de los Grimm estaba tirado al lado de su cama. Las páginas abiertas mostraban a la vieja de nariz grande revolviendo la olla para comerse sus dos tiernos manjares.

Cerró el libro, lo devolvió al estante y juró no volverlo a tocar nunca más.
De la serie "Sapos y princesas" (5)


1 comentario:

  1. Estos hermanos Grimm siempre haciendo de las suyas , que bueno es recordar aquellos cuentos de hadas . Me gusto mucho tu saga de Sapos y Culebras . Un beso Claudia

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