Así pasaba las horas, enojada consigo misma. Una vez que se hubo convertido en lo que quería se le desdibujó la sonrisa. Pasaban los años y no lograba modificar la mueca triste ni esos ojos marcados de nostalgia y frustración.
Le había pedido prestada la lámpara a Aladino, suplicando al genio le concediese un deseo. Había pedido transformarse en una princesa bella y amada por todos. Lo fue, aunque no le había avisado el muy malo, que sería tan sólo un dibujo en un cuento.
De la serie "Sapos y princesas" (4)
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q original! q buena idea! lindo escrito.además me encanta la decoración de tu blog!! congrats!
ResponderEliminarAstrid las imagenes son lindisimas ( opacadas todas por la belleza de esa beba que cada dia esta mas linda ) Y este cuento me resultó muy original , comparto con cecilia.
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