viernes, 16 de octubre de 2009

"Ay lotófagos, los envidio"

Sí, no debe haber mayor placer que, metidos dentro del capullo de las responsabilidades humanas, podamos ir desenfundando lo deliberadamente espontáneo, hasta lograr el éxtasis del placer absoluto. Ustedes, señores amantes del loto, se rebelaron, enfrentaron embriagados a Odiseo, y allí en medio de la lucha, estaban decididos a abandonar todo por la droga de la pasión.
Abrigo la esperanza de lograr recordar algún episodio que me represente haber estado en una situación así. Pienso y pienso y no lo encuentro...Sin embargo en algún lado se escondió y mi inconsciente no desea traerlo a colación. Penélope supo esperar a su amado, yo debería "aprender" a recordar, "olvidar" esconder, y dejar fluír aquello que forma parte de nuestra esencia: ser libres para reconocer nuestras debilidades, que quizá sean nuestro fuerte.
Dulce contradicción, te quiero!

2 comentarios:

  1. Yo estoy en la misma situación... busco, busco y no encuentro (o no quiero encontrar...).
    Lotos, venid a mi y hacedme recordar mi condición de lotófaga!

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  2. Hola Suequi!!! Está muy bueno tu blog. Me detuve en esta publicación porque me sentí identificada en los mitos (lo digo por "Tatuado en mí"), aunque mi Penélope es más rebelde, menos sumis, más actual que la Penélope mitológica !!!
    AAAHHHH DIVINA TU NIETA...
    Bsos. Léonie

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