Ull, fiel protagonista de la saga nórdica
-uno entre tantos- te elegí.
Y no es casualidad.
Entre todos ellos, como simpatizante quiero
arrodillarme ante tí.
Te ubicas en algún recóndito lugar de mi existencia
como amigo incondicional, vigilante, latente.
Me impregno de tu legado y respeto tus exageraciones
y vivencias.
Vanaglorio tu destreza,
tu osadía.
Noble hijo de Sif, hijastro de Thor, me enorgullece
honrar tu valentía.